domingo, 16 de junio de 2013

Una gloriosa descripción






La mujer FemDom hace lo que quiere. La mujer FemDom no hace lo que no quiere. Su poder es genuino, nace de Ella y no es una graciosa concesión otorgada por otro (mucho menos un hombre, mucho menos un hombre que dice ser sumiso). En el proceder de su vida radica el secreto de su poder. Ella domina, no doma; ella sugiere, no ordena. Ante Ella, todo es docilidad y adoración. Podrás ser el centro de su mundo si logras su amor pero Ella será siempre tu universo completo. Ella no teme ni se inclina ante ningún Poder que no sea propio.



La única ley que vale es la de su deseo. Ese deseo puede mutar inesperadamente en capricho y en arbitrariedad, así lo decida Ella. En muchas oportunidades, el varón es su objeto o herramienta de deseo pero nunca de desprecio. Ella no necesita elevarse sobre la base de disminuir a otro porque Ella está elevada por sí misma, por su propia majestad.

La noche, por su natural contexto seductor - morboso - estelar, es la gran aliada de la FemDom. La general ausencia de amigas mujeres, celosas de su poder es su maldición y a la vez, el módico precio a pagar por tan fortuito destino, por tanta felina libertad. Ella sabe lo que vale, sabe lo que busca, sabe lo que el mundo está ávido de otorgarle y está dispuesta a tomarlo, sin dar explicaciones ni rendir cuentas.

La mujer FemDom es la mujer más deseada sexualmente cualesquiera sea la elección sexual que hayas hecho. Esta gema del universo sexual humano brilla y resplandece con luz propia. Hace brillar a los que la rodean. Su luz tiene tres tonos básicos que se entremezclan, potenciándose y fusionándose entre sí.

La luz del sado: la FemDom, desea, busca, y al encontrar, lo toma por asalto. No repara en deserotizantes moralinas ineficaces ni en legislaciones promulgadas por supuestos dominantes varones con grandielocuentes nicks. Ella no busca hacer daño sino todo lo contrario porque alrededor de Ella sólo hay goce y placer. Ella no espera. A Ella la esperan. Es augusta en su apetito de poder erótico. Tiene el sabor a femenina feromona camuflando su dulce veneno letal. La conquista y la seducción la erotizan. Es una mujer de "armas tomar", así que es mejor que nunca intentes desafiarla. Ella te exigirá dedicación completa a su servicio y no tu vida a su antojo. Cuando la sirvas, dale todo. Ni más ni menos. Ella no se conforma con dádivas y los gladiadores que la idolatren rogarán por que ella abuse de su poder ante ellos. Ella es la causa y consecuencia del festín, se sirve golosamente del banquete y te hace lavar los platos muy gustoso. Desparrama lujuria sin consenso y te envicia con su altanería pedante, siempre de sonrisa firme, siempre feliz. Es absolutamente excluyente en rechazar a masocas inseguros y a víctimas de la vida con dudosas historias. Quien pretenda acceder al servicio de la dama deberá ser eficiente en atenderla y despojarse de sus inseguridades masculinas. El motivo del sadismo de la FemDom no es el dolor carnal causado al otro, sino el placer carnal obtenido del otro. Por eso es sádica.

La luz sensual: la FemDom es pasión por las sensaciones a flor de piel. Como mujer, goza de los perfumes, de las caricias, de la estética, de la música y del arte culinario. Es obstinada en la belleza propia y en la de su entorno. Su delicadeza entremezclada con su firme personalidad es sabiamente femenina. No matiza, exagera las cualidades. Ama la naturaleza y la cuida, la preserva, la nutre. La FemDom colorea el ambiente y aterciopela el aire que la acompañan. Ella no anula al hombre, lo estimula en sus sentidos y potencia su virilidad a partir de su omnipotente sensualidad. Si te la imaginas, no te equivocas pues Ella ya estaba en tu mente antes que la conozcas personalmente. Ella valora su propio cuerpo y lo mantiene saludable y estético y establece una directa relación con tus sensaciones positivas, no traumáticas ni tampoco tóxicas ni autodestructivas.

La luz femenina: la FemDom jamás reniega ni sufre de su condición femenina sino todo lo contrario, la goza Bendice haber nacido mujer pero no para odiar al macho ni para vengar viejas afrentas de génerosino para ser complacida por aquellos a quienes Ella considera como grandes caballeros.. Sabe coser, sabe bordar y siempre te abre la puerta con picardía para ir a jugar. Con Ella siempre te querrás casar. No se excita promoviendo reglas de conducta como lo hacen esas amas que parecen ser madres sustitutas sino que te aceptará a su lado si sabes formar parte de su guardia pretoriana. No decidió vivir como la amarga directora de escuela en una sociedad incorregible sino ser Cleopatra en la alcoba perfecta. Es vaginal y luce sus tetas en coquetos soutiens. Tiene sedosa la cabellera aunque sea calva y siempre pone su culo en el asiento que más le place, cruzando las piernas con gatuna estirpe (nunca la encontrarás de brazos cruzados). Sabe hacer las cosas prácticas de la vida. Usa su femenina (y por lo tanto bífida) lengua cual látigo, tanto para humillar como para besar. Seductora y carismática, va siempre adelante con un segundo pensamiento por encima de lo coyuntural. Su fusta no necesariamente pega pero es seguro que Ella te pegará a su fusta de por vida.



Switchwoman

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