viernes, 24 de mayo de 2013

Switchwoman


                                                 Era una chica tímida y callada, que solo tenía sueños e inquietudes, un día como otro cualquiera mientras estaba sola en casa, decidió ponerse a jugar con el ordenador y entrar a chatear, no sabía muy bien cómo iba aquello, pero dio con un chat algo raro, allí todos se hablaban de usted, y eran muy respetuosos, alguien empezó hablar con ella, y la curiosidad la pudo, así que empezó hacer preguntas y a contestar las que la hacían.

Sin darse apenas cuenta empezó a soñar con esas conversaciones, no eran habituales, hablaban de prácticas que hasta ese momento solo habían sido fantasías en su vida. sabía que había roles, aunque no tenía muy claros cuales eran, pero a ella le gustaban los dos, quería dominar y humillar a veces, pero también la excitaba ser dominada y humillada, pensaba que era un lio, no se aclaraba. Así pasaron los meses, casi un año ya y cada día se sorprendía con mas fantasías, hasta que decidió dar el paso que el había propuesto miles de veces.se verían cara a cara y experimentaría ese placer que existe entre el dolor y el morbo, esa fina línea de ser humillada y venerada, de humillar y ser adorada a la vez.

Era sábado, las 10.00 h y estaba preparada, había comprado sus juguetes, fusta, pinzas, velas, arnés, plug….una larga lista acumulada durante ese año de juegos ciber, el llego puntual, bajo del coche y fue hacia ella con paso firme, la cogió con delicadeza la mano y mientras la besaba con delicadeza dedo a dedo susurraba - a sus pies mi señora. - a ella la recorrió un escalofrío por el cuerpo que la erizo el vello. Le sonrió sin articular palabra, el abrió la puerta de ese coche rojo brillante y la ayudo a entrar, sentándose después al volante. -usted dirá mi dueña el camino a seguir, si me dice por favor la dirección será un placer llegar de su mano-dijo el susurrando y sin atreverse a mirarla -vamos a Vielha, allí tenemos reserva en el mirador-respondió ella nerviosa habían llegado y él se encargo de las maletas, de acomodar la ropa y de prepárala un baño de espuma para relajarla, tal como ella le había dicho durante el viaje, se arrodillo ante ella desnudo, ofrecido a esa mujer excepcional que le daría el mayor placer si el sabia complacerla. Lavo su cuerpo con mimo, dándola un masaje a la vez con las manos, la ayudo a salir del baño, la seco el cuerpo y la ayudo a vestirse, se sentía excitado, ella le había pisado los testículos al ayudarla a vestir, había apoyado su zapato de tacón tan fino que pareciera se partiría si intentaba andar, le había ordenado secar sus pies con la lengua arrodillado ante ella y le había colocado un estrangulador en la base del pene, que llevaría durante la cena para evitar se erección, solo a ella le correspondía decidir cuándo se excitaba, el cuerpo de el paso a ser propiedad de ella.

Bajaron a cenar con la excitación de tener su secreto, y ella se deleito tocándole por debajo de la mesa con esos zapatos, mientras no paraba de sonreír y mirarle, la cena se hizo eterna para ambos. ya de vuelta en la habitación le ordeno desnudarse para ella, le puso la mordaza, descolgó un cuadro, le tapo los ojos y esposando sus muñecas le elevo los brazos hasta esa alcayata en la pared, le tenía a su merced, le puso de espaldas y azoto sus glúteos hasta dejarlos marcados como a fuego, le mando darse la vuelta y puso las pinzas en sus pezones, oiga el pequeño grito a través de esa bola en la boca y sonrió susurrando mientras le acariciaba -buen perro, buen chico- el se sentía morir de deseo, pero aun no le habían quitado el estrangulador de su pene. Azotó su pecho con las pinzas puestas, a cada azote de fusta, una Lágrima caía por las mejillas de ese perrito fiel, ella besaba esas lágrimas. le bajo los brazos aun esposados, y le puso un collar junto con una correa, con ella le orientaría hacia abajo, hasta quedar de rodillas de nuevo y con la mayor delicadeza empujo su espalda para que apoyara su mejilla en el suelo, así su culito quedaría a merced de los caprichos de ella, le puso un plug oyendo como el gruñía despacio y volvió a sonreír y acariciarle ,volvió azotarle con le plug puesto, el ya no se quejaba ahora gemía a cada azote eran gemidos de placer, le dio la vuelta, tumbándole en el frio suelo boca arriba, se sentó en una butaca que había y poniendo sus pies en la cara de él, descanso fumándose un cigarrillo, le quito la venda de los ojos, quería que la viera sentada, poderosa, que venerara su imagen superior y disfrutara de la humillación que ella le proporcionaba. había encendido la vela, era de color rojo fuerte, y mientras fumaba cómodamente, le quito las pinzas de los pezones para poder verter la cera caliente de esa vela, el daba pequeños saltos a cada gota, sabía que dolía un poco después de la presión de las pinzas, pero su cara era de placer absoluto, pedía mas.

Quitó el estrangulador del pene y vio como en segundos se ponía erecto, grande y fuerte para ella, el agacho la vista avergonzado, ella le elevo la cabeza para darle un pequeño beso en los labio. Le pregunto si alguna vez había sido sodomizado, el contesto tímidamente - no mi ama, jamás ella le prometió que prepararía su culito para ser ella la primera en penetrarle y darle ese placer, le soltó las muñecas y le ordeno ponerse en actitud de ofrecerse, una vez así, le pidió que lamiera sus zapatos, su tacón, mientras se masturbaba para ella y la regalaba su esencia, y que recordara pedir permiso. el empezó a lamer como un perrito sediento, su respiración era cada vez más agitada, y se oyó -mi ama por favor puedo correrme, necesito correrme para usted ella le volvió a elevar la cara con su mano en la barbilla le sonrió y susurro -córrete perrito mío, y chilla quien es tu dueña él la miro y noto como su esencia regaba sus manos mientras gritaba el nombre de su ama ella se tumbo en la cama con las piernas abiertas, mirándole le hizo una seña con el dedo de que se acercara, le cogió del pelo y le dijo -cómeme hasta que me corra en tu boca, haz que mi cuerpo tiemble de placer él se adentro entre esas largas y hermosas piernas, lamio y jugó con el clítoris de su dueña, hasta que sintió un tirón de pelo, un arañazo en el hombro y oyó el grito de placer más hermoso que jamás había escuchado. Cuando recuperaron el ritmo de su respiración.

 Fueron a la ducha juntos, riendo y hablando de la experiencia vivida, se secaron entre bromas, se tomaron una copa en la cama, abrazados y extasiados, y queriendo mas se durmieron plácidamente. La despertó el no poder moverse, quería abrir sus ojos pero algo se lo impedía, oyó una risita ahogada y un susurro -shhh perrita, se una buena chica y te hare tocar el cielo del placer de nuevo. Se relajo, era él, era su voz. noto como la cogía y la ponía boca arriba en la cama y empezó a jugar con su coño, con su clítoris con los dedos, la penetraba y salía, tiraba suavemente de su clítoris, volvía a penetrarla con los dedos, dio un respingo cuando noto la primera palmada en su coño y se humedeció al instante el susurraba -no se te ocurra correrte puta, no sin mi permiso -ella solo pudo negar con la cabeza, no le salían las palabras la puso en pie y quito la venda de sus ojos, la miro con lujuria, con deseo, ella se sonrojaba, nunca nadie la había mirado tan descaradamente, nunca se había sentido tan desnuda como ahora, la amordazo para apaciguar los gritos, y cogió la fusta, tenia hielo en un vaso, pasaba ese hielo por sus glúteos y la azotaba sin piedad, ella solo gemía, el disfrutaba viendo como ese culo tan blanco iba cogiendo color rojo a cada fustazo.

La puso cara a cara y tirando de sus pezones vio como se la saltaban dos lagrimas, él las limpio con la lengua, la quito la mordaza y la beso con avidez, comiendo de su boca con desesperacion.la puso el collar y la correa, los tacones y la llevo frente al espejo, ella pensó que ese mismo collar lo tenía el puesto hace unas horas tan solo, estaba tan húmeda que empezaba a resbalar por sus muslos su esencia, el lo chupo, lo limpio con su lengua, se sentó y la ordeno arrodillarse ante él, jugó con su pene en la boca de ella, lo pasaba arriba y abajo, de derecha a izquierda, mientras ella abría su boca le susurraba - cógelo putita, chúpame hasta sacar la última gota al fin lo cogió y lamio como nunca antes lo había hecho, succionaba hacia dentro, hasta la garganta y volvía a soltar, notaba como palpitaba en su boca, como crecía, cuando pensó que se iba a correr, la detuvo y la puso en pie nuevamente. la llevo al baño y roció su cuerpo con cera, delante de ese espejo ella veía como el dibujaba en su cuerpo, salió de allí y volvió con un chupa chup en la boca, la hizo ponerse en cuclillas y la puso un plug en el ano, ella no estaba acostumbrada y casi pierde el equilibrio, él la agarro y sin mediar palabra, la penetro con ese chupa chup, lo sacaba de su coño y volvía a chuparlo sin dejar de mirarla, ella le suplicaba que la llevara al orgasmo, no podía mas.

 El solo jugaba con los pezones y su coño, la pasaba ese chupa chup por el cuerpo dejando un reguero pegajoso que después el lamia, la azoto de nuevo su coño con la fusta, y la prohibía perder el equilibrio, ella pensaba que se correría sin remedio. Él se acerco y susurrando al oído la dijo - quien soy putita? - ella le miro y dijo con un hilo de voz - mi dueño, mi amo, mi señor el sonrió, la puso en pie, la quito ese plug y poniéndola frente al espejo de nuevo, apoyando las manos en la encimera, elevo sus caderas y la penetro de un solo golpe, cabalgaron al unísono, mirándose a través de ese espejo, jadeando, cada vez con embestidas mas fuertes hasta que ella grito - por favor mi amo, necesito correrme, por favor - él la abrazo fuerte y la dijo: córrete conmigo ahora.

Y se oyó los aullidos de dos fieras.

ESCRITO CON CARIÑO PARA UNA AMIGA


 walkiria1

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